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Control Integral del Repilo en Olivos: Prevención y Medidas Efectivas
El repilo, conocido en localmente como «Ojo de pavo», es una enfermedad fungosa que afecta a las hojas, flores y frutos del olivo, reduciendo su capacidad productiva. Esta enfermedad ataca principalmente las hojas y botones florales, provocando la muerte de las flores y, como resultado, una disminución en la producción.
Causas
El repilo es causado por el hongo Spilocaea oleagina, que se desarrolla exclusivamente en el tejido de las hojas, flores y frutos del olivo. Las condiciones ideales para su proliferación son temperaturas entre 15° y 20° C, junto con una humedad superior al 80%, situaciones comunes durante el rocío matinal, nieblas o lluvias. Además, la presencia de brotes jóvenes y material vegetal tierno favorece la infección.
Medidas de Control
Control de Malezas | En otoño e invierno, se recomienda el control mecánico mediante el uso de una rastra de discos, a una profundidad máxima de 10 cm y a una distancia de 1 a 1,5 m del tronco del árbol. Durante la primavera y verano, se puede aplicar control químico. En el verano, se aconseja no realizar rastraje bajo los olivos , puede provocar una infección “peste rayo” (Verticilliun dahleae), que termina por matar los olivos afectados. |
Poda | Se debe podar el árbol para asegurar una mayor iluminación, lo que reduce las condiciones favorables para el desarrollo del hongo. |
Control Químico | Se sugiere el uso de fungicidas específicos para olivos, aplicados de forma foliar, para prevenir la propagación de la enfermedad. Es fundamental mantener una buena nutrición del olivo, ya que los árboles mal nutridos son más susceptibles a la infección. |
Es crucial implementar un manejo adecuado para evitar la propagación del repilo y proteger la producción de aceite y frutos del olivo.

